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LOS CUENTOS DESDE UNA MIRADA SISTEMICA

Los cuentos mágicos son las raíces que nos entroncan con nuestros orígenes.

Conocer los cuentos de las distintas culturas es honrarlas.

Los cuentos fantásticos, los relatos populares, las historias familiares...nos sumergen en el misterioso mundo de los símbolos...de la realidad del hemisferio derecho del cerebro... del incierto y desconocido entorno de nuestro mundo interior, para desde ahí, crear la personal forma de pensar de cada  uno. Los símbolos en cada persona  conforman el substrato en el que se apoya toda su estructura de pensamiento.

Para Jung los símbolos son:

"Las palabras o imágenes que representan algo más que su significado inmediato y obvio. Tienen un aspecto "inconsciente" más amplio de lo que esta definido con precisión o completamente explicado.

Cuando la mente explora los símbolos se ve llevada a ideas que yacen más allá de la razón"

Los símbolos surgen de la fantasía y esta es la puerta que nos desliza hacia la creación de nuestras propias realidades sin ninguna limitación, nos lleva hasta ese lugar interior en el que el tiempo y el espacio no plantean dificultad.

En la infancia los relatos fantásticos son los grandes aliados del adulto para desarrollar la fantasía e los niños y niñas, son los encargados de crear el puente que  facilita el  pasar de las leyes físicas finitas y concretas al mundo de la magia del todo es posible, para desde ahí encontrar las soluciones creativas que van mucho más allá de lo puramente real.

Los cuentos, tienen la misión de sumergirnos en la esencia de nuestra cultura para desde ahí poder vislumbrar lo que esta enterrado en lo más profundo nuestra psique.

Los cuentos a través de sus personajes y situaciones nos muestran los conflictitos internos con los que pequeños y mayores nos enfrentamos a lo largo de la vida.

Los cuentos, además, nos dan  pautas para encontrar la solución mágica, lo inesperado, lo que tiene que ver con la intuición, con los parámetros internos, a los cuales accedemos si nos entregamos, como, "el héroe o heroína" de los relatos, al viaje iniciativo que les lleva a no se sabe dónde para solucionar algo casi imposible.

El cuento, desde un lenguaje simbólico, nos habla de nosotros mismos, de nuestros aspectos más profundos, de la necesidad de trasformarnos para llegar a ser sabios.

Nos hablan  de cómo enfrentarnos a los monstruos, dragones, ogros, brujas...etc. que no son otra cosa que los personajes internos que nos llenan de miedo inseguridad, contradicciones, rencor...etc.

Y... ¿DE DONDE PROVIENEN?

Los cuentos como los mitos, tienen su origen en lo más profundo de la esencia cultural de cada pueblo.

Ellos, hasta hace unos años, eran los encargados de transmitir a la infancia los valores, las normas éticas y sociales a las que se debían ajustar, es decir,  enseñaban las tradiciones culturales propias de donde habían nacido.

Por eso los cuentos chinos, árabes, hindúes...son tan distintos a los nuestros, porque cada cultura tiene unas creencias, unas formas de relación, una estructura familiar, unas costumbres, etc. Que conforman un universo simbólico diferente.

Los cuentos, al ser relatos cortos y fáciles de recordar, podían transmitirse verbalmente de padres a hijos o, mejor dicho, de abuelos a nietos (pues eran estos los que tenían más tiempo de contar historias).

De esta forma se han ido modelando generación tras generación, hasta convertirse en relatos perfectos, ni sobra ni falta nada, solo ha quedado la esencia de lo que se quería trasmitir.

¿POR QUE SON IMPORTANTES LOS CUENTOS?

Porque son relatos que el niño y la niña entienden.

El cuento al mostrar, con un lenguaje simbólico, personajes y situaciones muy definidas, es decir sin contradicciones ni ambivalencias (los buenos son guapos y van vestidos de colores claros, los malos son feos y sus

ropajes son de  colores oscuros) sintoniza perfectamente con el tipo de elaboración mental que el niño y la niña hace, que es siempre desde parámetros muy concretos en donde ellos son le centro y las cosa tienen vida por sí mismas.

Los cuentos, además de mostrar conflictos, intrigas, situaciones inesperadas, procesos de la naturaleza...etc. También  hablan de los miedos, inseguridades, recelos, odios...que los pequeños sienten y que les llevan a  sentirse culpables y al mismo tiempo, no considerados en su justo valor. El cuento les ayuda a identificarse y proyectarse en esas situaciones y personajes, el final feliz supone una liberación y un descanso interno, además de un posible aprendizaje.

Su  lenguaje  claro y concreto y su simbología profunda y evocadora, hacen que no sea necesario captar completamente el mensaje del contenido del texto, solo hay que dejarse llevar.

OTROS LAZOS QUE TAMBIEN CREAN

Los cuentos además de vincularnos con nuestros orígenes culturales, nos vinculan con los nuestros...con nuestras raíces familiares.

Me atrevería a decir que los que nos han contado cuentos en nuestra infancia han mancado nuestra forma de sentir  y de posicionarnos ante la vida.

Os invito a recordar quienes os contaban cuentos o historias de pequeños y que cuentos recordáis os contaban, esos relatos nos conectan con la esencia de nosotros mismos

Los que hemos tenido la suerte de tener un familiar al lado, cuando éramos pequeños,  que permitía que el tiempo real se parara para deslizarnos en el otro tiempo, en el de todo es posible, nos ha abierto la posibilidad de idear de fábulas...de evocar...de vincularnos con la memoria de los que ya no están. Para los pequeños esto supone seguridad...supone sentirse parte de algo mayor que les sustenta...supone reconocer sus raíces y sus orígenes...

EL CAMINO INICIATICO

Si un tema es recurrente en los relatos mágicos es, el de los viajes.

Los cuentos narran una trayectoria, marcan una ruta que el protagonista inicia cuando decide resolver...rescatar...descifrar...el conflicto que impide seguir viviendo en armonía.

Este personaje simbólicamente tiene que ver con nuestra parte consciente con la que toma decisiones para llevar a cavo los anhelos del alma.

La necesidad de emprender el viaje es innata a la especie humana, el viaje es la posibilidad de cambiar, de encontrarnos con la sorpresa, de tener una vida mejor, de dejar atrás lo conocido, lo resuelto...para sumergirnos en lo imprevisto.

El viaje, como los cuentos, nos pone en contacto "con el todo es posible", esto sucede, sobre todo, con algunos viajes en los que solo llevas billete de ida

En este momento de cultura global en el que las fronteras se debilitan ante la necesidad de una vida digna, el mensaje de los cuentos se vuelve doblemente significativo.

Como en ellos el gran viaje que supone la emigración se convierte en el viaje interior y exterior que el héroe emprende, casi siempre para solucionar algo absolutamente necesario.

Y como el héroe de los cuentos muchas veces se emprende pensando que el otro país, el de acogida, va a solucionar todos los problemas existenciales que anidan en el corazón del que emprende la aventura.

Con el andar del camino el protagonista se da cuenta de que eso es una tarea demasiado grande y que la solución no la va a encontrar fuera, este donde este...que los vacíos, las angustias, las frustraciones personales requieren algo mas  que un escenario nuevo, requieren el mirar cara a cara al miedo a la contradicción interior a la mala conciencia.. .y para eso se requiere algo más que cambiar de país.

Se precisa mirarse a uno mismo con toda honestidad y es ahí cuando sucede lo inesperado...cuando llega el hada con su solución mágica, para salir del laberinto interior,  tan imprevista como lógica, entonces todo se resuelve...como si encontrar esa solución fuera lo que todos ya sabían que iba a suceder, pero que para llegar a ella era necesario hacer un largísimo recorrido que lleva precisamente a lo mas cercano, a uno mismo.

LAS HISTORIAS VISULES QUE AHORA VEN LOS NIÑOS

Cuando contemos un cuento a nuestros pequeños,  o les permitamos ver los dibujos animados en TV recordemos el poder que tienen, recordemos que la misión de éstos no es sólo la de entretener, sino la de despertar al ser que cada niño o niña  lleva dentro.

La responsabilidad de saber elegir, es de los adultos, la responsabilidad de no permitir que esta sociedad  invada a nuestros niños y niñas con relatos visuales tan alejados de la sabiduría  ancestral, con  mensajes que les llevan a sacar su sombra, a gastar y consumir   como única  posibilidad  para equilibrar cualquier insatisfacción.

Mensajes que les acercan a la competitividad más despiadada.... a crear un código de  relación con    ellos  mismos y con los demás, tan alejado de la ética...tan alejado de las verdades  ancestrales, de la esencia del ser humano.

L a personalidad de los jóvenes se va forjando con las historias que durante la infancia han nutrido su necesidad de fantasía.

La consecuencia de este tipo de historias  es una profunda perdida de valores que  tiene una  secuela directa:  estados de insatisfacción, rebeldía, ansiedad...etc.

En las manos de los adultos esta el que los cuentos  sigan cumpliendo el objetivo para el que  fueron creados  o que sirvan justamente para todo lo contrario.

LOS CUENTOS DE OTRAS CULTURAS

En estos tiempos en los que conviven cerca  tantas culturas, los cuentos podrían convertirse en puentes que enlazaran orillas muy distantes.

Su lenguaje simbólico les permite ser portadores de esencias culturales difíciles de trasmitir desde la razón.  

Si realmente reconociéramos el poder que los cuentos tienen les daríamos el lugar que les corresponde tanto en la escuela, como en la vida normal.

Incorporar en los centros escolares tiempo para contar cuentos e historias procedentes de todos los lugares de los que componen el aula, podría convertirse en una forma de unir, entender, aceptar....a los que vienen de lejos.

Escuchar los relatos de otras culturas nos acercan a ellas nos permiten entenderlas y disfrutar de formas muy distintas de ver la vida.

No hay una forma más rápida de entender y crear vínculos con los que vienen de otras tierras que decirles.

Cuéntame un cuento.... Cuéntame un cuento de esos que te contaban cuando eras pequeño...cuando todos los tuyos se juntaban y recordaban las historias que  sucedieron hace muchos,  muchos años y que hablan de tu tierra, de tus costumbres...lo todo lo tuyo.

Los cuentos son el legado que nos han dejado las hadas antes de hacerse invisibles.

Son el puente que nos une con el «todo es  posible», son fuente  de conocimiento, son el regalo más precioso que   nuestros ancestros nos han dejado.........

MAITA CORDERO AYUSO